En búsqueda de coherencia

 ¿Porque al final, cual es el propósito de encarnar? Es una pregunta que muchos filósofos se han ido planteando durante años, cada uno con una perspectiva y análisis diferente; cada uno intentando encontrar o descubrir algo que resuene según su realidad.

Tal vez el propósito sea cada vez integrar más de ti, y al unificar aspectos de la experiencia personal a un nivel mental, emocional, energético y espiritual se irá llegando a estados de consciencia expandidos los cuales generan una mayor conexión y entendimiento más allá de lo racional. Las experiencias así pasarían a convertirse solamente en información, como reflejos de la realidad que denotan una causa por la cual se sostienen, chispazos que la vida todo el tiempo está mostrando solo que ahora con el poder y la consciencia para reconocer lo que se presenta y desde ahí transformarlo o sostenerlo.

Como ya lo hemos escuchado, una de las grandes limitaciones del ser humano es su propio sistema de creencias, y la imposición y replica constante de ideologías, expectativas y reglas que la realidad de la cual formamos parte refuerza o rechaza. Es la idea que vamos formando de nosotros mismos, de lo que es posible y de lo nunca podrás siquiera imaginar lo que va delimitando las posibilidades e incluso sueños que vamos creando.

El propósito del ser humano es crear sentido, conectar y generar coherencia en su propia vida. A través de las experiencias se irá aportando crecimiento, nuevos retos, perspectiva; y el aperturarnos a nuevas experiencias que generen ese crecimiento implica ir a espacio interno que no habíamos considerado, conectar con la sombra de cada persona y los aspectos que rechaza de sí mismo. Es a través de lo que evitas donde el mayor crecimiento y libertad reside.

Jung desarrolla el concepto de sombra, refiriéndose a todas las áreas que la persona rechaza a través de un juicio negativo, ese juicio puede notarse ya sea en uno mismo o puede verse reflejado a través de personas, o rasgos colectivos. Toda la información de lo que juzgas como incorrecto es lo que de alguna forma no terminas de integrar, y como he ido mencionando la integración te lleva a vivir estados de mayor coherencia. La resistencia y rechazo genera malestar. Esos juicios solamente son más información. La energía es neutra, la carga se pone a nivel individual según el punto de vista y creencias que se tenga sobre ella.

Salir de la resistencia y dejar de luchar contra lo que crees que debes ser es lo que permite experimentar verdadera libertad. Porque no se trata de defenderte más o alinearte al punto de vista, sino de percibir con total consciencia, presencia y apertura cada experiencia que se presenta y así ir expandiendo más de ti.

La coherencia se genera al mirarte a ti mismo, al reconocer todas las partes y posibilidades en ti, de mirar, unir y abrazar la totalidad de ti que tal vez por juicios, miedos o experiencias pasadas haz concluido que son difíciles de querer o de mirar.

Nivel fisiológico

Existe una directa relación entre los patrones del ritmo cardiaco y la información codificada en la frecuencia del campo energético que el campo irradia cada persona. Información sobre los estados emocionales, energéticos y mentales de los seres vivos están codificados en el campo magnético del corazón, y se comunica a través del cuerpo hacia el ambiente exterior.

La coherencia entre el corazón y la mente es el estado en el que te encuentras cuando hay armonía, al existir unidad e integración emocional, a nivel físico, y energético. Es el estado donde puedes sostener niveles más altos y constantes de presencia y estar consciente de lo que sucede. A nivel físico es cuando los patrones del ritmo cardiaco tienen sintonía con los patrones de actividad cerebral. Aparte de los beneficios físicos que este estado permite, los beneficios se extienden aún más también de forma colectiva y estando en contacto con otros campos de energía (otras personas, animales, planeta, objetos, plantas)

La habilidad para sostener estados de coherencia fisiológica, emocional y energética sensibiliza la capacidad de percibir y comunicarse energéticamente entre individuos. Al estar en ese estado receptivo hay mayor facilidad para recibir información contenida en el campo energético que otros generan (se vuelve más perceptiva la persona).

Principio de unicidad

Todo en el mundo natural funciona a partir de interconexiones, está comprobado que personas que conviven en el mismo espacio frecuentemente comienzan a mimetizar partes energéticas de la otra persona. Un claro ejemplo de cuando sucede esta mimetización es al estar con una persona que transmite mucha paz y calma, después de un tiempo que pasas cerca de esa persona lo más común es que tus estados internos de paz y calma comienzan a aumentar también; a un nivel más extenso podría ser en medio del tráfico, a pesar de estar de buen humor cuantas veces al estar ahí durante un periodo de tiempo (incluso 15 minutos) empiezas también a conectar con el estrés y la ansiedad de todos quienes están en esa misma situación, aunque muchas veces parezca que solamente te estresaste, lo más probable es que estabas percibiendo el campo energético de alguien más. 

El propósito de comentar la resonancia que existe entre seres, es para también dimensionar la posibilidad de cuando una persona trasciende, desbloquea, aprende o libera una energía facilita que esa posibilidad empiece a estar disponible de manera colectiva. Rupert Sheldrake habla de la resonancia mórfica, refiriéndose a espacios energéticos que conectan a miembros de grupos incluso estando a muchos kilómetros de distancia, proporcionando canales de comunicación a través de los cuales los individuos pueden mantenerse en contacto.

Los campos mórficos de la actividad mental no se limitan al interior de nuestras cabezas. Se extienden mucho más allá del cerebro a través de la intención y la atención. Ya estamos familiarizados con la idea de que los campos se extienden más allá de los objetos materiales en los que están arraigados: por ejemplo, los campos magnéticos se extienden más allá de las superficies de los imanes; el campo gravitatorio de la tierra se extiende más allá de la superficie de la tierra, manteniendo a la luna en su órbita; y los campos de un teléfono celular se extienden mucho más allá del propio teléfono. Del mismo modo, los campos de nuestras mentes se extienden más allá de nuestros cerebros.

Cuando una persona tiene coherencia interna, y sabe cómo ir más allá de su mente, el mismo campo que lo rodea se convierte en un imán que se extiende, siendo una invitación a esa coherencia y estado de consciencia en otros.

La coherencia individual sostiene y crea a nivel colectivo, anteriormente se consideraba que la materia emite un campo de energía, pero se ha estudiado y descubierto lo contrario; no es la materia lo que emite un campo de energía, sino que hay un campo cuántico energético que crea la materia. Si cambias la energía del campo cambia lo que se presenta a un nivel físico también.

Si toda la energía en la tierra está interconectada, alterar y curar desde campo individual facilita y crea una realidad diferente de manera colectiva. Da propósito a la existencia saber que todo los actos y tu mera existencia esta construyendo a la consciencia y experiencia colectiva también. Se trata de mirarnos con más intensidad y honestidad, de saber que todo se puede reflejar en uno mismo y que disolverlo, integrarlo y trascenderlo de la forma en que se vaya viendo en la propia experiencia y situación de vida es una forma perfecta en que tiene que ser. Todo hace un sentido excepcional al verlo desde una perspectiva más amplia. 

Carlos de León habla sobre las dinámicas psicobiológicas y las necesidades que el ser humano va presentando a un nivel trascendental. Hemos intentando conceptualizar al ser humano como una escalera donde al ir cumpliendo con los niveles más bajos se puede ir acercando a los niveles altos; pero tal vez esa visión es en cierto grado incorrecta, y más bien es visto como un mapa circular lo que permite tener un acercamiento más pleno de la persona. Porque entonces implica reconocer que todas las experiencias están contribuyendo, y dejar de actuar basados o justificando las carencias. La realidad actual refuerza constantemente la comparación y por lo tanto la escasez, nunca serás igual a otra persona ni experimentaras lo mismo que otro. Pero intentar evaluar tu experiencia con la de alguien más solo desempodera, y te hace creer que siempre habrá algo que te hace falta.

Una visión distinta es empezar a reconocer que estás completo, no te hace falta nada ni es necesario resolver algo. No eres un problema. Eres un campo energético interconectado a todo lo que existe y tu experiencia individual impacta la consciencia colectiva y las posibilidades que se van abriendo, no sólo para ti sino para el planeta entero.

¿Qué tomaría reconocer cada vez más la psicoterapia como una manera de integrar más de la persona, de generar coherencia y descubrir más?